sábado, 18 de febrero de 2017

ÁNGELES ORTEGA GARCÍA MADRID (08-11-2015)


Conocer a Ángeles García Madrid fue todo un privilegio. Hasta la fecha de su fallecimiento, el 8 de noviembre de 2015 a los 97 años, mantuvo su mente lúcida, aunque en los últimos meses, debido a su avanzada edad, comenzó a peder la memoria, que no los recuerdos.
Javi Larrauri, buen amigo suyo, indagó en la biografía de Ángeles para el documental Mujeres republicanas. En su memoria, con todo nuestro cariño y respeto:


Nace en Torrejón de Ardoz, pero a los pocos meses de nacer, su padre, ferroviario, pide traslado y marcha con toda la familia a vivir a Madrid. Durante su niñez es una chica rebelde, la única que monta en bicicleta y juega al fútbol en todo el barrio. A los 13 años comienza a trabajar de sastra en un taller de costura para ayudar económicamente a su familia, cobrando una peseta diaria. Trabaja todos los días de la semana, aunque los domingos no se los pagan. Allí despierta su interés por la poesía cuando una oficiala le muestra un poema que le había escrito un pretendiente. Así, al nacer su sobrino, contando únicamente con 13 años, le escribe un poema con acróstico dando comienzo a su actividad como poetisa, que la acompañará el resto de su vida.
En 1934 a los 16 años, coincidiendo con la época de la revolución minera en Asturias, entra en el Círculo Socialista, animada por un vecino y comienza a interesarse por la actualidad política española.
Cuando se produce el golpe de estado, Ángeles tiene 18 años, y entra a trabajar en un taller de costura que se dedica a fabricar uniformes para la 49 Brigada Mixta, donde tiene a 30 mujeres a su cargo. Al marchar los hombres al frente, Madrid se queda sin transporte en metro y tranvía. Las JSU piden voluntarios para cobradores de tranvía y Ángeles pasa los últimos 8 meses de guerra desempeñando ese trabajo junto a su amiga Julia Conesa, una de las Trece Rosas. Al terminar la guerra, permanece 20 días más trabajando como cobradora de tranvía, ya bajo el mandato franquista, hasta que es expulsada.
El 14 de mayo de 1939, ella y su madre son detenidas en su domicilio junto a 25 de los 30 residentes del inmueble, debido a la acusación de otro de los vecinos. Su padre había sido detenido previamente y encarcelado en Comendadoras, donde pasa 5 años en prisión, tras los cuales es puesto en libertad al sobreseerle la causa por no encontrar ningún motivo para acusarle de nada.
Pasa 20 días en el centro de detención de Almagro, donde es golpeada y presencia diariamente torturas a otros compañeros. Permanece en una sala contigua a la utilizada para interrogar y torturar a los detenidos. Durante su estancia allí, uno de los detenidos se quita la vida arrojándose por la ventana, después de haber sufrido brutales torturas. Después de Almagro pasa a la cárcel de Ventas, en los mismos tiempos que las Trece Rosas. Es ubicada en la Galería Primera Derecha, de penadas a muerte. Allí presencia una epidemia de disentería entre los niños, y llega a ver 4 ataúdes blancos con niños en el locutorio de la prisión.
En mayo de 1940 es juzgada y condenada a doce años de prisión por “auxilio a la rebelión militar”. Permanece encarcelada en Ventas hasta el 14 de mayo de 1940. En esa fecha es trasladada a la prisión de Tarragona junto a otras compañeras en un viaje en tren de 48 horas encerradas en un vagón para ganado. Una vez en el destino, un presidio dirigido por las monjas oblatas, tienen que dormir en el suelo y entre una plaga de ratas que invade la prisión.
De allí es trasladada primero a la prisión de Les Corts en Barcelona y posteriormente a la de Gerona, donde pasa un año y 4 meses, los 8 últimos en la enfermería de tuberculosis, aunque ella lo que padece es anemia.
En febrero de 1942 es puesta en libertad gracias a un decreto de indulto y regresa a Madrid en libertad condicional.
Ha pasado 3 años en prisión y 13 años en libertad condicional, teniendo que presentarse cada 15 días a la guardia civil o la policía y sufriendo registros continuos en su domicilio donde le rompen los libros que encuentran, aunque no sean de contenido político.
Tras salir en libertad forma parte de la Asociación de ExPresos y Represaliados Políticos Antifranquistas.
Publicó varios poemarios ( "Al quiebro de mis espinas (poemas desde la cárcel)", "Aguas revueltas", "Títere de corcho", "Pasos tranquilos" y "De la memoria... y otras cosas") aparte del libro testimonial “Réquiem por la libertad” donde relata su paso por prisión.






Fotos del archivo personal de Ángeles García Madrid y Javier Larrauri



El historiador Fernando Hernández Holgado, traza un amplio semblante, acompañado de fotografías y una entrevista en audio con Ángeles Ortega García Madrid, perteneciente al excelente trabajo de Memoria de Les Corts, Prisión de mujeres. Barcelona 1939-1955.



 Intervención de Ángeles García Madrid en el VI Homenaje a las victimas
 de la represión franquista en Madrid. Abril de 2012.






A QUIEN CORRESPONDA DISPONER DE MI CADÁVER

Rechazo las legiones de gusanos
Abriendo tortuosa galería,
Desfigurándome la anatomía
Y corroyéndome de pies a manos.

Yo me inclino por las lenguas de fuego
En coloquio razonable y discreto.
Con mi cuerpo bien muerto y bien sujeto,
Considero más razonable el juego.

Dispongo que no guarden la cajita
De cenizas, que espera el columbario.
Prefiero recorrer el paso vario
Hasta la mar, que es la fosa finita.

Quiero marchar por la lengua canora
De un río que me lleve a mi destino.
Allí una vez, no quiero más camino.
Habré llegado al fin. En buena hora.

Mas, por si la frontera de mi alma
Se halla en lugar que mi mente no alcanza,
Voy a dejar un hueco a la esperanza.
Tal vez así el Señor me dé la calma


22-VII-77. Madrid. Firmado: Ángeles Ortega


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